Cámara en mano, Masao Yamamoto (Aichi, Japón, 1957) busca «la paz, la tranquilidad»; con su objetivo pretende captar la belleza de todo aquello que es «efímero», una belleza que el fotógrafo considera «atemporal» y que encuentra «en lo cotidiano, en aquello que, en principio, no llama la atención, en lo natural de la vida de los seres humanos».
Conocido por sus pequeñas fotografías, cuya experiencia visual es muy similar a la de enfrentarse a un haiku –poema japonés formado por tres versos–, el artista nipón exhibe desde hoy, a las 20.00 horas, la exposición Petites coses en silenci en el Claustre de Sant Bonaventura de Llucmajor, dentro de un ciclo dedicado a la colección del fotógrafo Toni Catany, que está organizado por la Fundació del artista y el Ajuntament de esta localidad. La muestra se podrá visitar hasta el 23 de junio.
La vida y la obra de Masao Yamamoto está íntimamente ligada a la de Toni Catany. En el año 90 del pasado siglo, mientras Yamamoto estudiaba Bellas Artes se topó con un catálogo de Catany, que en aquel momento exponía en Tokyo. «Sus imágenes, su técnica» marcaron de manera definitiva el devenir artístico de este fotógrafo, gracias a Catany «encontré mi camino». Un camino que les volvió a cruzar muchos años después en Barcelona, en una exposición de Yamamoto en la galería Vàlid, que en aquel momento trabajaba con ambos. También guarda una estrecha relación con Mallorca: su primera vez en la Isla fue hace 26 años, en su viaje de novios, y ahora regresa con esta muestra.