Una nueva torre de defensa «corre peligro de derrumbe» cuando, tras casi una veintena de años de reclamaciones al Consell, en esta legislatura se ha conseguido salvar la de Cala Figuera, situada en Calvià. Ahora, la mala suerte y el abandono se han cernido sobre la de sa Pedrissa, ubicada en una finca privada de la zona de Cala Deià y datada en el siglo XVII. El Grup per l'Estudi de les Fortificacions de Balears (GEFB) acaba de registrar un escrito en Patrimoni Històric del Consell en el que se solicita que se «abra un expediente» y que los técnicos de la institución «evalúen» los daños.
Ángel Aparicio, presidente del GEFB, explica lo que ha sucedido: «La torre de sa Pedrissa corre peligro de derrumbe inminente» porque «en la zona superior del lado noroeste se ha perdido el mortero del paramento, lo que ha supuesto la caída de entre sesenta y setenta piedras que han arrastrado consigo parte del cordón semicilíndrico de marés tallado».
Después de este desplome, «ha quedado un hueco en el paramento superior, dejando el paramento a punto de desprendimiento», añade.
Aparicio insiste: «Pedimos que el Consell envié un técnico a comprobar qué ha sucedido, que se abra un expediente y que se nos comunique para poder revisarlo». Porque «sin expediente», opina, «todo acabará en un cajón y no queremos que suceda lo de Cala Figuera». Según este experto, con un expediente «el asunto puede llegar a la Ponencia Técnica de Patrimonio», es decir, sería analizado por los técnicos del citado departamento y se tomaría una decisión sobre la torre.