La prestigiosa agente literaria Carmen Balcells, representante de algunos de los más importantes escritores en lengua española, como Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa, ha muerto a los 85 años.
Balcells, natural de Santa Fe de Dalt (Lleida), ha representado a más de 300 escritores de habla hispana y portuguesa y a las más prestigiosas editoriales en los países latinos.
En su nómina figuran los máximos exponentes del «boom» latinoamericano o varios premios Nobel, como el propio Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Vicente Aleixandre, Miguel Ángel Asturias o Camilo José Cela.
Una de sus últimas apariciones públicas tuvo lugar el pasado 16 de marzo en el gótico Salón de Ciento del Ayuntamiento de Barcelona para asistir a la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad a título póstumo al escritor Gabriel García Márquez, que llegó en 1967 a Barcelona, en donde vivió durante siete años.
El reconocimiento de la que era conocida como «Mamá Grande» ha sido prácticamente unánime entre escritores y editores.
«Muere Carmen Balcells la «Mama Grande», la agente que transformó el mundo de los derechos editoriales y descubrió a grandes autores», decía en su cuenta de Twitter la responsable de Roca Editorial, Blanca Rosa Roca.
El escritor Javier Cercas ha recordado que «la conocía de toda la vida» y ha reconocido que «Carmen Balcells ha cambiado la industria editorial, la literatura».
A juicio del autor de «Soldados de Salamina», más allá de centrar el protagonismo en los autores, Balcells «inventa el oficio».
Rosa Regàs, que estuvo representada por la Agencia Balcells hasta 2012, ha subrayado que la agente «será recordada por haber sido la persona que rescató los derechos de autor» y «si los autores adquirieron protagonismo fue porque consiguió que se pagaran y se tuvieran en cuenta los derechos de autor, ya que antes era difícil que un autor cobrara derechos».
La muerte de Carmen Balcells deja en el aire el futuro de su agencia después de que no haya prosperado la alianza con Andrew Wylie, que hace unas semanas anunció la creación de The Wylie Agency España, y de que abandonara la agencia literaria barcelonesa el que estaba llamado a ser su sucesor, Guillem d'Efak-Ferré.