Los pintores Bob y Dorothy Bradbury, de origen norteamericano, se conocieron en la Escuela de Bellas Artes de San Francisco. Tiempo después contrajeron matrimonio, visitaron decenas de países hasta recalar en Deià, donde establecieron su residencia en 1956. El municipio de la Serra de Tramuntana fue su Edén, refugio de inspiración idílica donde desarrollaron su obra, figurativa, de temática paisajística.
El museo Can Prunera de Sóller inaugura este jueves, a las 19.30, la exposición Bob i Dorothy Bradbury, color i passió, dentro del ciclo Fills de la Serra.
Dorothy (San Francisco, 1913), hasta su muerte en la década de los ochenta, estuvo integrada en la vida social de Deià, experimentó con el cubismo, el grabado sobre barro cocido, abordó el desnudo y logró un estilo propio patente en sus paisajes.
Robert (Portland, 1912), que pereció en 2010, era un tipo de carácter solitario, discreto, individualista y crítico con su trabajo. En sus inicios, coqueteó con la cerámica, con las formas geométricas y los colores, hizo tapices de influencia persa hasta que buscó la belleza en los paisajes coloristas pintándolos in situ.