La presidenta de Balears, Francina Armengol, junto con el resto de miembros del Govern balear han manifestado este lunes su pesar por el fallecimiento del promotor cultural Jaume Adrover i Noguera, que fue premio Ramon Llull en 2009 por su compromiso con la excelencia cultural y los valores democráticos.
El Govern ha destacado en un comunicado que, en 1960, Adrover luchó por la democracia con la resistencia cultural antifranquista, por la igualdad, por la riqueza creativa y la diversidad.
«Su dedicación a la poesía, la novela, el teatro y otras manifestaciones culturales ha sido plena con el fin de ayudar a la construcción de una sociedad más cohesionada, generadora y exportadora de nuevos proyectos», señala la nota.
Trabajador incansable en pro de la enseñanza y la promoción de las artes, Adrover será recordado por su trayectoria al frente de numerosos grupos teatrales. Como director teatral acercó las vanguardias creativas y un panorama cultural contemporáneo europeo a la sociedad isleña.
Según el Govern, los más cercanos a Adrover destacan de él su inteligencia y sus conocimientos literarios, su capacidad organizativa, el amor a la libertad y su voluntad comunicativa.
Desde los años 60 nunca dejó de organizar debates y conferencias, de colaborar en prensa escrita y escribir en las publicaciones teatrales más importantes para difundir sus conocimientos y divulgar la experiencia literaria.
La presidenta Armengol, en su nombre y el de todos los integrantes del ejecutivo, ha transmitido sus condolencias a los familiares y amigos de Adrover y, por extensión, a todo el mundo artístico y cultural de las islas.
«Activista cultural de primer orden»
La OCB también ha emitido un comunicado lamentando la muerte de Jaume Adrover i Noguera, a quien ha definido como un «activista cultural de primer orden».
Según la asociación, el ambiente grisáceo de los años sesenta, setenta y ochenta del pasado siglo hubiesen acabado en la oscuradad absoluta si no hubiese sido por personajes con el impulso y el coraje de Adrover que plantaron cara a la dictadura y abrieron grietas de cultura, de libertad.
De su impulso, compartido por otros espiritus inquietos y comprometidos con esta tierra como Josep M. Llompart o Jaume Vidal Alcover, nacieron en los primeros años setenta las primera Aules de Posesia, Novel·la i Teatre.