El rodaje de Cloud Atlas llegó a Mallorca gracias a los contactos que se realizaron desde principios de 2011 desde la extinguida Mallorca Film Commission, que dirigía Pedro Barbadillo. Pese «al compromiso político» del PP tras ganar las elecciones de aquel año, el asunto administrativo se estancó.
«Escurrían el bulto, tanto los técnicos como el conseller [Jaume Joan]» a la hora de ratificar el acuerdo y tramitar la expediente. Lo cuenta Barbadillo.
El informe del Consell Consultiu, solicitado por el Consell de Mallorca, dice que el acuerdo era verbal, pero había «una clara voluntad del Consell de Mallorca de asumir el compromiso económico». Lo confirma Barbadillo: «Había voluntad política y Jaume Joan y Maria Salom así lo dijeron en una reunión a la que asistieron los productores de Cloud Atlas y de Jappeloup». Después, se ratificó en declaraciones públicas y visitas al rodaje.
Según cuenta Barbadillo, le dijeron que la colaboración sería a cargo del presupuesto de 2012 de la Film Commission y se ordenó la apertura del expediente. «Había técnicos encargados de ello, se pasó la documentación y hubo reuniones posteriores en las que insistí porque el tema se estaba alargando».
Como la Mallorca Film Commission no tenía entidad jurídica, extinguida la Fundació Mallorca Turisme, se planteó el pago como subvención nominativa. «Lo que demuestra que había compromiso, voluntad de pagar y presupuesto, pero el Consell no puso la gestión administrativa necesaria para cumplirlo», sentencia Pedro Barbadillo, quien explica que en el caso de la película española Los Pelayo «el Consell pagó porque la Fundació Mallorca Turisme tenía capacidad para contratar y tuvieron que asumirlo. Cloud Atlas llegó en un proceso de transición, en el que se dejó la fundación inactiva, pero el Consell asumió el proyecto y cerró el acuerdo».