Su música es un cruce entre los Kinks, Dylan y Elvis Costello. En los primeros ochenta nació Mamá, banda de trayectoria efímera pero de una notable influencia. Participó en uno de los eventos fundacionales de La Movida, el macro concierto de la Escuela de Arquitectura de 1981, para luego ceder el testigo a nombres como Moris, Los Secretos o Nacha Pop. En 2009 retoman con fuerza su trayectoria y en 2013 publican nuevo material, 'Sin crédito', álbum que presentarán el 22 de noviembre en la sala La Movida de Palma, a las 22.30.
Miguel Gutiérrez, miembro de la banda, no es un nostálgico de los años de gloria, "la prueba es que desde que volvimos a juntarnos en 2009 no hemos parado de grabar nuevas canciones, de hecho hemos sacado más material ahora que en la primera etapa. Creo que el grupo ha demostrado una gran capacidad para refundarse mirando siempre hacia adelante", explica. Y gran parte de culpa recae sobre José María Granados, vocalista y compositor del cuadro madrileño, cantautor de pulso eléctrico y voz intensa, que parece atravesar un período de extraordinaria fertilidad. La inocencia y el candor de sus primeras letras con Mamá ha dado paso a unos textos de profundo calado poético, "se corresponden a la evolución lógica de toda persona afectada por el paso del tiempo". Con todo, sus letras nunca le han perdido la pista a la sociedad que le rodea, "el tema de la crisis nos ha afectado a todos, y hemos querido plasmar sus consecuencias en alguna de las canciones de 'Sin crédito'". Aunque también les gusta deslizar mensajes positivos y optimistas como prueban canciones como 'Buenos tiempos'. Gutiérrez desvela que tras el habitual repaso de sus viejos éxitos, así como de algunos temas de su último elepé, "adelantaremos tres o cuatro canciones del que será nuestro nuevo álbum".