Eran el plato más deseado por el público. Una reunión que aglutinaba los ingredientes necesarios para deleitar a los comensales. Y ahí estaban, tres años más tarde, The Nash. La banda que capitanea John Tirado era el atractivo principal para las 400 personas que se reunieron ayer en el patio central del museo Es Baluard para clausurar la tercera edición del Summer Pie Festival, que en la jornada anterior había congregado a 200 almas.
Tirado volvía a jugar en casa. Fue una despedida con sabor agridulce. Agrio por saber que únicamente sería un concierto puntual pero dulce y sabroso por la exquisitez sonora de un conjunto extinto formado por miembros de vasta trayectoria. Luis A. Segura (batería), Ángel Cubero (bajo) y Brett Lomas (guitarra) completan la alineación titular del grupo.
Antes que The Nash actuaron The Indian Summer e Ilsen. Joan Andreu, responsable de la cita, mostró su satisfacción por la acogida que recibió el festival. «Esta ha sido la edición más potente, sobre todo por el regreso de The Nash. Detrás hay un esfuerzo terrible, mi mujer y yo éramos fans de ellos y hemos mantenido el contacto con todos», explicaba, orgulloso, a este diario.