Un equipo de ingenieros de sonido ha elaborado un estudio acústico de la Sala Gran del Teatre Principal de Palma a fin de determinar qué mejoras podrían introducirse para «paliar ciertas deficiencias de sonoridad». Así lo confirmó la directora gerente, Margalida Moner, quien aclaró que el proyecto se desarrollará en fases y que no alterará el inicio de la temporada, previsto para el 14 de septiembre con el espectáculo Danza quieta, de Demut Dansa.
Paralelamente a la ejecución de obras de mejora de la rehabilitación, la dirección ha encargado este verano a la empresa Avalua «un análisis completo para que, dentro de lo qu tenemos, tratar de buscar el máximo bien para la sala». «Según los técnicos que hemos consultado en estos años, este teatro es fantástico para hacer conciertos de rock, pero tiene problemas para la lírica y los espectáculos de palabra», compartió Moner.
La primera mejora prevista afecta a los palcos. «En los techos hay una serie de agujeros para la reverberación del sonido y se tendrán que cubrir con unas láminas de madera», adelantó. Con estas acciones «podemos tener una mejora importante».
Estos problemas en la acústica «no es una deficiencia de la obra de rehabilitación del teatro. La empresa que hizo el proyecto de acústica [Audioscan], elaboró lo que le encargaron. ¿Qué le encargaron? Eso no lo sabemos», comentó Moner, descartando la posibilidad de hacer cualquier tipo de reclamación al respecto.
Además de esta primera mejora, está previsto que se lleven a cabo otras intervenciones para «recoger el sonido que se desperdiga por el espacio escénico», por ejemplo. El conjunto del proyecto tratará de «ajustar equilibrios, es un tema muy técnico». La actual dirección tiene previsto que estas actuaciones se puedan prolongar más de un año. «Nosotros haremos este proyecto porque la mejora será extraordinaria, dejaremos el camino a seguir y quien venga detrás será libre de decidir si lo continúa». Esa mejora podría afectar también a las telas de terciopelo y las espumas que cubren las paredes, que serían retiradas.
Por otra parte, hace unos días la empresa Figueres ha regresado al teatro para, después de elevar la platea y adecuar las salidas del aire acondicionado, «recolocar perfectamente» las sillas.