Una larga alfombra roja presidía ayer la entrada a la Sala Augusta de Palma. El motivo no era otro que el estreno del musical El Tren de Sóller, una apuesta de Isla Theatre Projects que dirige Pedro Victory y que espera que cause sensación, sobre todo, entre los visitantes a la Isla. La de anoche fue la primera parada de un ferrocarril que no se detendrá hasta el próximo septiembre en el corazón de Ciutat.
La sala 3 de la Sala Augusta, habilitada para la ocasión y que quiere recuperar el espíritu de los grandes espectáculos musicales de la Gran Vía madrileña, se llenó hasta la bandera con cerca de 300 butacas ocupadas. Amor, canciones y diversión son los ingredientes que promete este montaje, «una gran apuesta que esperamos que sea un gran éxito y guste al público», expresó entusiasmado Pedro Victory. De hecho, El Tren de Sóller se representa en tres idiomas –castellano, inglés y alemán–, un hecho «único y que lo hace especial», remató el director, quien finalizó la presentación pidiendo a los asistentes que «si os gusta la obra, no dudéis en contarlo, necesitamos vuestra ayuda».