Creció rodeado de tortugas durante su infancia. «Son animales muy inteligentes, los más antiguos sobre la faz de la tierra. Contienen mucha memoria, son como piedras oraculares vivientes», deslizaba ayer el polifacético artista Jan Fabre (Amberes, 1958). Esa capacidad retentiva de almacenamiento también la atesora el cerebro humano. Entre las paradojas del filósofo Zenón de Elea está la de Aquiles y la tortuga, la misma que Fabre retoma en las nueve esculturas que comprenden la exposición Zeno brains and oracle stones, ubicada en sa Llonja, que se inauguró ayer.
Fabre acudió con retraso a su comparecencia con los medios –prevista a las 19.30– con semblante serio, justo al finalizar el partido que enfrentaba a su selección, Bélgica, contra Argentina, en los cuartos de final del Mundial. En su discurso, pasadas las 20.00, el crítico Fernando Castro, autor del catálogo de la muestra, lamentó el «dramático partido» del país flamenco (1-0).
De Castro reseñó que la obra de Jan Fabre «tiene algo de clásica, contemporánea y provocadora». En Zeno brains and oracle stones, que cuenta con un presupuesto aproximado de 90.000 euros, las tortugas sostienen grandes cerebros, una manera simbólica de transmitir que la mente humana puede superar a la fuerza física. Fabre, también escenógrafo y dramaturgo, es «un creador inagotable, guerrero de la belleza y auténtico obsesivo», según el crítico de arte.
El president del Govern, José Ramón Bauzá, se dirigió a los presentes alabando la tarea del artista, capaz de «explorar y explotar territorios tan dispersos como la escultura la literatura o el cine». Esta es, en palabras del president, «la propuesta artística por excelencia del año en las Islas».
Cerebro
El cerebro es el otro protagonista de la muestra. «Es la parte más sexy del cuerpo, cuando no hay imaginación no hay erección», resalta. «En Ascending Oracles Stones cuatro tortugas gravitan sobre un cerebro. «Es como si sustentasen el cielo, como en la religión china», añade.
Recién llegado de San Petersburgo, Fabre ha permanecido tres días en la ciudad rusa ya que es el primer artista vivo que expondrá en solitario en el Museo del Hermitage en septiembre de 2016.
El horario de visita de julio, agosto y septiembre será desde las 18.00 hasta las 00.00 horas.