«Yo soy mi obra», decía Baltasar Porcel (Andratx, 1937). Cuando se cumplen cinco años del fallecimiento del escritor -moría en Barcelona el 1 de julio de 2009-, su voz literaria conserva la memoria de una de las grandes figuras de las letras catalanas. Porcel construyó una obra extensa y reconocida, que aún hoy es objeto de estudio, y un trabajo periodístico que quedó recogido también en las páginas de Ultima Hora.
Baltasar Porcel feneció a los 72 años. En Catalunya y Balears, se celebraron multitud de actos para despedirle y homenajear y recordar su legado literario. Su muerte llegó en el mismo año que el Govern balear le nombraba Escriptor de l'Any e interrumpió un proyecto ambicioso, según calificó entonces su hijo Alexandre, Els crims de la Casa Santa . El autor preparaba la recuperación de personajes literarios creados en los sesenta, un regreso a Andratx y toda una labor de introspección literaria. Su última novela publicada, no obstante, fue Cada castell i totes les ombres (2008), una narración sobre la urbe contemporánea y ambientada en Barcelona, que empezó a escribir durante un ingreso hospitalario. El detalle recuerda que Porcel fue un trabajador incansable. «No le gustaba estar sentado viendo pasar el tiempo», recordaban entonces sus más allegado.
Reacciones
El mundo de las letras y la cultura, en general, sintió profundamente la pérdida del escritor, fundador en 1989 del Institut Català de la Mediterrània. En 2009, los homenajes se materializaron, entre otras cosas, con la publicación de una antología de sus textos periodísticos y otros escritos inéditos, uno de ellos con Joanot Colom como protagonista. Estos vieron la luz en El cel i la terra segons Baltasar Porcel . También a finales de 2011 se publicó un libro que recoge la intensa correspondencia que mantuvo con Llorenç Villalonga, su amigo y padre literario. A raíz de esta relación, y de la que mantuvo con Josep Maria Palau i Camps, Porcel entró en contacto con otros escritores. Fue antes de marcharse a Barcelona, donde consolidó una carrera literaria exitosa, también allí comenzó su trabajo como articulista en Serra d'Or , Destino y, finalmente, La Vanguardia . El escritor de Andratx obtuvo los premios más importantes de la literatura en catalán. En los últimos años, el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes y la Medalla d'Or al Mèrit Artístic.
Baltasar Porcel, que tuvo dos hijos -Violant y Alexandre- con Maria Àngels Roque, dejó una obra prolífica que ha estudiado intensamente la profesora Rosa Cabré y que ha calado en la literatura de jóvenes autores, como Melcior Comes o Pere Antoni Pons.
Los restos mortales del escritor descansan en el cementerio de su Andratx natal, que le nombró Hijo Ilustre en 1983. Antes de emprender su último viaje a la Isla, Porcel fue despedido multitudinariamente en Barcelona, allí se instaló la capilla ardiente a la que asistieron representantes del mundo de las letras, la política, la empresa o los medios de comunicación.