La artista danesa Lin Utzon ha añadido un paso más a esa coreografía cósmica que inició hace veinte años en Mallorca y que supuso su verdadero, y anhelado, encuentro con la naturaleza. Fue entonces cuando logró sintonizar, en blanco y negro, con lo «que tenía en mente». En ese instante se abrió «otra página en mi creatividad» y, por primera vez, el resultado de ese trabajo inagotable se exhibirá en París con la exposición Cosmic Dance, que se inaugura el lunes en el Musée de la Chasse et de la Nature.
La muestra reúne casi 400 esculturas, fotografías, pinturas y dibujos, y le ha permitido «abrir una puerta a otro universo». Con todo, la artista, hija del reconocido arquitecto Jorn Utzon, exhibe en París «algo que parece indescriptible, el alma de la naturaleza», y sus ritmos. Al respecto, apunta, que «la naturaleza es donde amo estar» y se le presenta, gracias a ella, «una autopista de ideas» infinita. «Nunca termina la naturaleza», sentencia.
Cerámica
Cosmic Dance es un proyecto totalmente nuevo que «espero poder enseñar pronto en Mallorca», dice Utzon. «Cuando me vine a vivir a Mallorca tenía un taller vacío y blanco. No había nada. En mi juventud adoraba dibujar, también pintaba plantas. Pero tenía que hacer algo. Y aquí lo encontré», recuerda.
La muestra ha permitido a la artista explorar en nuevos materiales e incluye telas y papeles. En una nueva colaboración con el alfarero Pere Coll, que también ha trabajado con Miquel Barceló, ha dado forma a varios centenares de piezas cerámicas, una nueva experiencia «que me ha encantado». Las esculturas, entre las que se incluye una de tres metros y medio que se instalará en el patio del museo, gozan de tener su propia personalidad, cada una con sus detalles, sus movimientos, su propio baile,... «Los seres humanos, los animales, la vegetación, el polvo cósmico... Todos bailamos una canción». «Este nuevo material, aunque yo no sé tornear, me ha permitido hacer todo lo imagino y quiero. Con libertad».
La artista danesa también mostrará el resultado fotográfico de su visión contemplativa de la naturaleza, captando la belleza también de las diferentes áreas de los hemisferios norte y sur. La exposición, que permanecerá en París hasta mediados del mes de septiembre