Lluqui Herrero se inició en las artes escénicas en la Escoleta Municipal de Teatre, después pasó por el Teatre Sans, el Centro Dramático di Marco, el Institut d'Arts Escèniques de Barcelona y la Ecole Philippe Gaulier, y reconoce que «necesito reciclarme y sentir que siempre estoy aprendiendo». Con Pep Tosar tuvo su primer papel en una gran producción, y desde entonces ha participado en numerosas obras y series de televisión, pero hace relativamente poco que se dedica a la dirección.
—Con ‘La maledicció' dirige su primera gran producción...
—Sí, pero he participado en varios montajes de creación colectiva, el último con Set Sibèries, y he dirigido pequeñas obras, aunque hasta ahora dirigía y actuaba, así que ésta es la primera vez que estoy ‘sola' al frente de una dirección.
—¿Qué tal la experiencia?
—Gratificante. He tenido un gran equipo, me han dado confianza y he aprendido mucho, tanto con lo artístico como en lo técnico. Las seis semanas de producción han sido intensas.
— Con ‘La maledicció', ¿qué supone hacer una versión y dirigir una obra de Sam Shepard?
—Mucho trabajo, pero lo he hecho con mucho respeto, cogí una pieza escrita hace años y me he quedado con lo esencial, eliminando los personajes que no me ayudaban a explicar lo que yo quería.
—¿Cómo es el salto de actuar a dirigir?
—Más que un salto, son dos trabajos diferentes. La evolución de un actor no es acabar dirigiendo. El hecho de ser actriz ayuda en muchos aspectos, hay un nivel de comunicación y comprensión que es más directo. Supongo que también me centro demasiado en esto.
—De Gaulier a Tosar, pasando por numerosos directores, ¿qué le han aportado?
—Mucho, de todos he aprendido, de Gaulier, Joan Carles Bellviure, Rafael Duràn, Biel Jordà, Krytian Lupa, Will Keen... Aprendí mucho, pero también lo he hecho de mis compañeros actores.
—¿Cuál es la situación del teatro en Mallorca?
—Está en una situación muy delicada, es verdad que ahora han arrancado estas producciones del Principal, pero no basta. Ahora, con tanto recortes y este ataque directo contra la cultura que el gobierno que tenemos hace, está sufriendo mucho.