Ha sido cuna de Chenoa, Concha Buika o L. A. El Bluesville, un «ente con vida propia», un bar de música en directo ubicado en la calle Mà del Moro, número 3, de Palma, cierra sus puertas después de dos décadas de actividad. Su propietario, Ignacio Simó, anunció el cese a través de una red social. En «estos casi 20 años cualquier día de la semana sabías que estaba ese antro de vicio, perdición y música para despejar la mente y olvidarse de la rutina», rezaba la nota.
El dueño admite que a veces ha sido «muy duro» que el bar sobreviva y se ha visto obligado a «luchar con todas mis fuerzas para mantenerlo a flote». El Bluesville se ha hundido. «No funcionaba, después de todo lo que pasamos hace unos años -denuncias de vecinos-, nunca volvió a arrancar como debía», explica Simó.
Continuaba teniendo su clientela, pero no la suficiente como para subsistir. Abrieron otros locales y «el público se deshabituó de ir al Bluesville. No veo la pasión por la música en directo que había antes, no ha habido una renovación generacional», apunta el propietario, quien, además de continuar con su banda, Los peligrosos gentlemen, trabajará este verano como lutier en Formentera Guitars y traerá a la sala Luna, el 27 de marzo, al grupo madrileño Depedro.
La desaparición del Bluesville, ese «antro de vicio, perdición y música», deja a Palma huérfana de un bar singular, un «ente con vida propia» que perece tras 20 años de actividad.