Care Santos (Mataró, Barcelona, 1970) recibió ayer en la Generalitat de Catalunya el 34 Premi de les Lletres Catalanes Ramon Llull, dotado con un total de 60.000 euros, por la novela Desig de xocolata , que cuenta la historia de un recipiente para servir chocolate que perteneció a tres mujeres en épocas diferentes.
«Es una chocolatera de porcelana fina que va ligada a grandes historias de la vida de las tres protagonistas», avanzó la ganadora, quien explicó que «la novela ocurre en Barcelona, empieza en la actualidad con Sara, una mujer ilustrada de nuestro tiempo, la chocolatera se rompe y se intenta arreglar».
La segunda parte se sitúa en el siglo XIX, en plena industrialización. «Aurora es la hija de una criada, cuya vida está asociada a la hija de la casa donde su madre sirve», declaró Santos, quien añadió que «en un momento de debilidad robará la chocolatera».
La escritora, que ejerció como periodista, descubrió que «la tercera protagonista se llama Mariana, vive en el siglo XVIII y representa la forma artesanal de elaborar el chocolate, le regalan el objeto y se rebela contra las duras convenciones de su época».
Santos expuso que «es una novela extensa, con dos tramas de fuerte contenido histórico y una tercera absolutamente contemporánea». La novelista afirmó que «las emociones son el vehículo de la historia», y recordó que «el chocolate ha sido importante».
Originales
Al certamen, al que optan novelas, narraciones y también obras de no ficción, se presentaron 57 originales. El jurado estuvo formado por Antoine Caro, Carles Casajuana, Pere Gimferrer, Gemma Lienas y Emili Rosales. Desig de xocolata aparecerá en catalán en las librerías el 6 de marzo, editada por Planeta, después será publicada en castellano y, en Éditions Robert Laffont, en francés.
Carles Casajuana manifestó que «sorprende el tratamiento de tres épocas diferentes desde el mismo objeto», y Gemma Lienas calificó Desig de xocolata de «novela ágil y transparente». El académico Pere Gimferrer destacó «la soltura y la elegancia».