La Orquestra Simfònica de Balears fundió ayer tradición y modernidad en un recital navideño y solidario que tuvo como escenario en el Auditòrium de Palma. Un porcerntaje de los beneficios de este recital, en el que la formación estrenó La Valse, de Ravel, se destinarán a Unicef. El concierto contó, además, con las voces de la Coral y el Orfeó Universitat y la Coral Juvenil de Joventuts Musicals de Palma, con el patrocinio de Iberostar.
Entre el público asistente a esta actuación de la Orquestra Simfònica se encontraba la consellera de Educació i Cultura, Joana Maria Camps, en la que fue su primera asistencia a un concierto de la formación.