De haberse realizado en cualquier otro recinto, hubiera inaugurado esta crónica con aquello de 'ambientazo en el Palma Arena' con Dani Martín, ex líder de El Canto del Loco. Pero no me malinterpreten, no es que fueran cuatro gatos. No, por Dios. Ocurre simplemente que se requieren un mínimo de 5.000 almas para que el velódromo luzca de tal guisa, algo muy complicado en los tiempos que corren.
Imaginen... Alejandro Sanz atrajo a 8.000 asistentes y aquello parecía Times Square de Nueva York en Nochevieja. El cantautor madrileño, un fenómeno fan y que anoche presentó las composiciones de su nuevo disco, Dani Martín , vendió alrededor de 3.000 entradas, según fuentes oficiales, todo un logro para la actual crisis.
El público, mayoritariamente adolescente y femenino, ocupo buena parte del graderío, mientras que otros tantos se agolpaban a pie de pista, en pleno meollo, justo frente al escenario donde Martín, acompañado de una banda de siete piezas, descorchó abruptamente la noche con Caminar , corte extraído de su ultimo trabajo discográfico. Instantes antes, los allí presentes entonaban un karaoke generalizado reclamando su presencia sobre el escenario.
Un millón de luces , también de su último LP, fue el segundo tema que atacó. Para entonces, los siete grados que registraba el termómetro en Ciutat no amilanaban a ninguno de los asistentes. Apenas dos canciones habían bastado para hacerles entrar en calor. Con su cuarta canción se desato la locura, Son sueños , con la que levanto al público de las gradas mientras, abajo y brazos en alto, los asistentes comenzaron a saltar.
El sonido difuso del Palma Arena es una pesadilla capaz de aguarle la fiesta al mas pintado, y Dani Martín no escapó al maleficio. Solo la ubicación frontal aseguraba un sonido limpio y equilibrado; los flancos, en cambio, eran una cruz que propiciaban la fuga del público en pos de una mejor ubicacion.
Verano azul , El equipo A y otras sintonías de cabecera de series de la década de los 80 abrieron paso a Aquellos años locos , en la que rinde tributo a una época magica e irrepetible.
Al cierre de esta edición, Beatles y Stones fue la balada que prosiguió en el repertorio de Dani Martín, cuyo show estaba previsto que se prolongase hasta cerca de la media noche.