En sus palabras hacia la película Stockholm impera la modestia. El actor Javier Pereira, protagonista junto a Aura Garrido, reitera en varias ocasiones que es una cinta «pequeña, sin subvenciones y financiada a base de crowdfunding y de capitalizar el sueldo de todo el equipo». Sin apenas recursos alcanza la primera división del cine: llegar a las salas. El filme se estrenó ayer en CineCiutat, dentro del Evolution Film Festival, con la presencia de Pereira y el productor Alberto del Campo.
En Stockholm (Rodrigo Sorogoyen), un joven (Javier Pereira) pretende cortejar a una chica escurridiza (Aura Garrido). El título se basa en el síndrome de Estocolmo, una «metáfora de las relaciones de pareja» que al final muta en «un juego de poder entre dos personajes, un a ver quién gana todo el rato, un reto entre los dos actores que deben aguantar noventa minutos en pantalla los dos solos», explicó Pereira, atraído, sobre todo, por el guión de este largometraje low cost . «Más allá del presupuesto de los proyectos me fijo en el personaje y en la historia».
De esa lucha de egos, se extraen las formas de relaciones entre los jóvenes. «Es generacional, muy real, de cómo todo lo queremos ya, cómo consumimos cosas materiales y sentimientos muy rápido», destaca Pereira.
En realidad, Stockholm se divide en dos partes. La primera es nocturna y la segunda, diurna. «Están rodadas de forma diferente para que parezcan dos 'pelis' en una», relata el intérprete, que ha participado en otras producciones como Heroína , Frío sol de invierno o Tu vida en 65' .