El presentador de televisión Manel Fuentes será el encargado de conducir la gala de entrega de la 28 edición de los premios Goya del cine español, que se celebrará el 9 de febrero en el Centro de Congresos Príncipe Felipe, situado en las inmediaciones del aeropuerto de Barajas.
El presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Enrique González Macho, ha hecho este anuncio hoy en la sede de esta institución, en una rueda de prensa.
La pasada edición fue presentada por Eva Hache, que destacó por sus comentarios ácidos en una gala que generó polémica por las críticas de algunos de los premiados a los recortes presupuestarios y a la política cultural gubernamental.
Fuentes, que en la actualidad presenta el programa de televisión «Tu cara me suena», ha asegurado que asume el reto con «orgullo» y «responsabilidad», y que ya están trabajando en el guión de la gala bajo la premisa de ofrecer, ante todo, «espectáculo».
«Lo planteo como un acto de amor que no va a estar exento de pullitas y parodias», ha señalado Fuentes, quien apuesta por «hacerlo grande, porque haríamos un flaco favor si lo hacemos pequeño».
También ha expresado su «respeto» por el trabajo realizado por anteriores presentadores, como Eva Hache, Buenafuente o Carmen Machi, y ha anunciado que tratará de aportar su «grano de originalidad».
«Haríamos mal en repetir un modelo, porque el original siempre es mejor, pero puedo decir que jugaremos con todos los elementos de la televisión y la potencia del cine», ha añadido, con «humildad e ilusión».
González Macho, preguntado si la Academia pensaba invitar a la gala al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que recientemente hizo unas declaraciones criticando la calidad del cine español, ha aclarado que es costumbre invitar solamente al ministro de Cultura, y alguna vez al de Exteriores. «Es la gala del cine y es lo lógico», ha razonado; «ahora, si el señor Montoro se quiere autoinvitar, será bien recibido».
El presidente de la Academia ha anunciado también que el 20 de enero se celebrará la fiesta de los nominados, en un lugar aún por determinar y será ese día cuando se entregue el Goya de Honor, que este año corresponderá al director Jaime de Armiñán.
La idea, ha explicado, es que el premiado tenga «su día especial», con tiempo suficiente que no tendría en la gala de los Goya.