Tras conocer que el valor histórico y patrimonial de las campanas de la Seu era mucho mayor de lo que se presumía, ya que constituyen uno de los conjuntos góticos más importantes de Europa, según los expertos que las han analizado, el antropólogo y estudioso valenciano Francisco Llop y Bayo va más allá y asegura que Mallorca cuenta con un patrimonio «campanero» de gran importancia que «debería ser inventariado».
De este modo, las rehabilitaciones de las campanas antiguas de las iglesias o su electrificación tendrían que llevarse a cabo mediante proyectos que deberían ser aprobados por el Departamento de Patrimoni Històric del Consell.
«Las electrificaciones se pueden compaginar si hay un proyecto y se hace bien», apunta Llop. Aunque hasta ahora no se ha hablado de ello, éste proceso modifica el sonido de la campana, el toque, -como ha ocurrido en la Seu desde 1992-, que forma parte del valor inmaterial de este objeto.
«Si nos descuidamos, eso [los toques] se van a peder», añade, consciente de la dificultad que entreñaría en estos tiempos tocar las campanas a mano diariamente, pero sabedor también de que existen soluciones como el programa que puso en marcha en la catedral de Pamplona y que concluyo con un taller y un grupo de campaneros voluntarios.
Respecto al valor de las campanas históricas de Mallorca, Llop apunta que, por lo menos las hay entre una quincena o una veintena de iglesias. «En toda Mallorca hay campanas antiguas, no sólo en la Catedral, pero no existe un inventario», y, según asegura, algunas ya han salido fuera de la Isla para ser rehabilitadas en fundiciones. Llop insiste en que «si una campana lo necesita hay que restaurarla, pero con un proyecto».
Las campanas son algo más que el instrumento para llamar a difuntos o avisar de la hora de misa. Antiguamente, los toques y sus combinaciones «marcaban el ritmo de la ciudad», era un «instrumento musical que transmitía las emociones de la ciudad», por eso, los toques son un patrimonio inmaterial a conservar. En el caso de la Seu, opina que mantener los toques «significa que esta catedral sigue estando viva» y «restaurando los toques antiguos ganamos todos».
Recuperar los toques de las de la Seu era el objetivo del Cabildo cuando se planteó enviar parte de las campanas a una fundición alemana, pero, debido a su mal estado e importancia, Patrimoni ha aplazado este proceso.