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Las suspicacias políticas se cuelan en el Premio Planeta tras el fallo del jurado

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El 62 Premio Planeta de Novela ha mostrado dos caras muy distintas de Ángeles González Sinde, finalista del certamen con El buen hijo, que ganó Clara Sánchez por El cielo ha vuelto. En la rueda de prensa que tuvo lugar pasada la medianoche del martes, en el Palau de Congressos de Catalunya en Barcelona, inmediatamente después de anunciarse los galardonados, dos periodistas provocaron una enorme tensión en el gesto de la ex ministra de Cultura en la etapa final de Zapatero al preguntar por posibles incompatibilidades en la recepción de un premio por parte de un reciente alto cargo.

González Sinde no debía esperar esa pregunta. «Me bloqueé», asumió al día siguiente. La cineasta perdió la mirada, se empequeñeció, miraba de reojo a los periodistas que habían preguntado, se cubría con las manos las orejas y contestó de manera vaga y muy poco consistente. Ayer, mucho más tranquila y con ganas de expresarse, se defendió: «Está bien no estar constantemente derribando al que participa en política, cada vez es más difícil encontrar a alguien que quiera».

La que fuera presidenta de la Academia Española de Cine y ganadora de dos premios Goya argumentó que «he estado un tiempo quieta en casa, ahora quiero regresar al trabajo y retomar mi vida», y declaró que «las respuestas parlamentarias me desesperaban, si participáramos más transformaríamos la política».

Hostilidad

La ex titular de la cartera de Cultura afirmó que «es un ministerio con un presupuesto pequeño pero muy expuesto a nivel público», y aseguró que «el final de una legislatura es muy duro, los últimos seis meses fueron terribles y percibí mucha agresividad y hostilidad». González Sinde contó que «tuve que convivir con el accidente mortal de moto de mi hermano, las tensiones de Rubalcaba con Chacón, la renuncia de Zapatero», y soltó que «un director de cine manda mucho más en una película que un ministro en su ministerio».

Clara Sánchez entró en ese debate: «Los que estamos fuera del juego político tenemos la sensación de que los que mandan se olvidan a menudo que sirven a la sociedad y eso perjudica».

Las dos novelas se presentarán en Madrid el 5 de noviembre. La primera edición sacará al mercado 210.000 ejemplares de ‘El cielo abierto' y 90.000 de El buen hijo.

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