Iguana Teatre abre la intimidad de su taller de creación para la construcción de su nueva producción, el drama Woyzeck , del alemán Georg Büchner (1813 -1837). Bajo la dirección de Pere Fullana, este clásico se estrenará el 24 de octubre en el Teatre del Mar con una propuesta contrastada ante varios grupos concertados y defendida por dos únicos actores, Carles Molinet y Aina Cortès.
Este proceso de trabajo diferente genera un feedback constructivo. «Tienes un punto de partida, pero del contacto con el público llega una visión nueva y gratas sorpresas», apunta Carles Molinet. Y, sobre todo, es un barómetro, un detector de puntos débiles y aciertos, y una oportunidad para que el público pueda formar parte del proceso creativo de «la propuesta única» que Iguana Teatre abrirá al espectador en general el próximo mes. Los grupos invitados están vinculados al espacio del Molinar, como la Associació d'Espectadors del Teatre del Mar, o colectivos del barrio.
Woyzeck es uno de los clásicos de la literatura alemana, un texto que sube a escena «a dos seres miserables, socialmente muy marginados», explica Carles Molinet, quien interpreta a un total de cinco personajes. El principal es Franz, «un hombre que trabaja veinticinco horas al día y aún va justo». Mientras que Aina Cortès será María y otros tantos sujetos más. Ambos levantan una obra sobre «unos seres miserables que convertimos en héroes trágicos. Hay que escuchar sus voces, y no juzgarles, para comprender que somos responsables de dónde están», valora el actor, quien subraya que «si existe un solo miserable en el mundo es culpa nuestra».
Defender esta propuesta «requiere de un trabajo fuerte», pero «hemos encontrado un código, una convención que permite seguir la historia y avanzar sin parar, con agilidad, y con la certeza de que todo los personajes son creíbles». Más allá del trabajo interpretativo, Carles Molinet destaca que la obra habla del «poder manipulador, de la dialéctica del poder, del poder de la ciencia, del poder militar, de la fuerza, y expone algunas tesis fascistoides, conflictos con la religión...». Esta obra de principios del siglo XIX es «una metáfora de la sociedad actual», «un cabaret negro con entradas al grotesco y al bufón» que respeta el lenguaje poético del autor.
Woyzeck, en construcción. Abierto del 24 al 27 de octubre.