Agentes del Grupo de Robos del Cuerpo Nacional de Policía se han hecho cargo de la investigación de la desaparición de un boceto de Joan Miró de la Serie Gaudí y todo apunta a que se trata de un hurto.
En un principio, según fuentes a las que ha tenido acceso Ultima Hora, se barajó la posibilidad de que la Policía Nacional no aceptase la denuncia interpuesta debido al gran periodo de tiempo comprendido entre que se detectó la desaparición de la obra y la formulación de la denuncia en sede policial.
Los investigadores no descartan ninguna hipótesis, pero todos los indicios señalan que se trata de un hurto o una apropiación indebida, descartando casi con total seguridad el robo.
Las mismas fuentes consultadas puntualizan que en el recinto no saltaron los dispositivos de alarma o seguridad, por consiguiente, no se produjo ningún robo con violencia para llevarse la obra. Ahora, se está trabajando con todas aquellas personas que tuvieron o pudieron tener acceso a la obra de arte durante el periodo en el que, supuestamente, se 'extravió' la pieza.
Tanto a la Policía Local como el Cuerpo Nacional de Policía le resulta «muy extraño» que una 'pérdida' de tanto valor económico no fuese denunciada con anterioridad. De hecho, nada más presentar la denuncia, expertos policiales ya se pusieron manos a la obra para tratar de detectar movimientos en el mercado internacional.
A pesar de que los agentes consultados se muestran muy cautos a la hora de señalar a nadie, reconocen que si, finalmente, se trata de un hurto o una apropiación indebida los implicados habrán tenido que contar con la colaboración de alguien desde dentro.
Hace aproximadamente un año, desde Cort se encargó a los agentes de la Policía Local de Palma que realizaran una revisión de todos los edificios de competencia municipal. En su informe, los agentes afirmaron que la seguridad de la Fundació Pilar i Joan Miró era «mejorable», pero «aceptable». En el momento de producirse la revisión por parte de la Policía Local, teóricamente el cuadro ya estaba 'extraviado'.
Cámaras
Otro de los factores en contra con los que juegan los investigadores es el borrado de las grabaciones de las cámaras de seguridad. Una vez transcurrido más de un año y medio el circuito cerrado de televisión borra automáticamente las filmaciones.
Según las actas de entrada y salida de la Fundació, con motivo de una exposición en la Sala Kubo de Kursaal de San Sebastián, la obra salió el 20 de junio de 2010 y regresó el 12 de octubre de 2010. Parece ser que fue en noviembre de 2011 cuando el Departamento de Colecciones de la Fundació, que preparaba otra exposición, detectó que la obra no se encontraba en su ubicación.