La parroquia de Sant Miquel, situada en el centro de Palma, permanecerá cerrada mañana, el jueves y el viernes para la instalación de una red de protección que cubrirá toda la nave de la iglesia. Se trata de una medida cautelar para el estudio de la estructura del templo, que parece que ha sufrido varios movimientos en su estructura. Al mismo tiempo, se han instalado unos surómetros para el seguimiento continuo de los citados movimientos.
Bartomeu Bennàssar, ingeniero de edificación y arquitecto técnico diocesano, explicó que «el proyecto de reforma, cuyo coste ascendería a más de 1 millón de euros, se encuentra en fase de estudio y diagnóstico». Ahora, «se confeccionará el proyecto de rehabilitación y se buscará financiación para la intervención», añadió el experto.
Aunque los tres días que la iglesia permanezca cerrada «no habrá misa», remarcó el párroco Antonio Gómez, se podrá visitar la capilla de la Mare de Déu de la Salut por el portal situado en la calle de la Costa de sa Pols. Además, instalarán paneles informativos para indicar los horarios de misa de las parroquias más cercanas.