La poesía croata es la nueva invitada del Festival de Poesia de la Mediterrània que estrenó ayer su decimoquinta edición con autores representativos de «muchas corrientes». Con la máxima de hacer llegar la poesía, «fuente de inteligencia, en un momento de miseria económica y mental», el certamen prevé diferentes recitales como el de hoy, a las 13.00 horas, dirigido a niños y adultos en el jardín de La Misercòrdia; o el que acogió ayer el nuevo Centre de Poesia Contemporània Blai Bonet de Santanyí.
Con un presupuesto de 20.000 euros, aportado entre el Consell y Institut d'Estudis Baleàrics, y la colaboración del sector privado, el festival ha invitado a participar a once autores: Basem Al-Nabriss, Rosa Alice Branco, Maria Do Cebreiro, Pau Faner, Andreu Gomila, Anna Gual, Leticia Luna, Jordi Llavina, Marko Pogacar, Maria Victòria Secall, Kirmen Uribe y Pau Vadell. Sus voces podrán escucharse esta noche en la tradicional Nit de la Poesia y quedarán registradas en un archivo sonoro gracias a la Fundació ACA.
Esta edición, como recordó Biel Mesquida, está dedicada a la memoria de Bartomeu Rosselló-Pòrcel en el centenario de su nacimiento, pero también a «Marià Villangómez, Espriu o Joana Raspall». El director del festival destacó la presencia del palestino Basem Al-Nabriss, refugiado desde hace once meses en Barcelona por el PEN Català. «A mis 52 años he vivido bajo tres poderes. Ahora, en Barcelona, estoy viviendo la libertad, que seguro que alimentará mi poesía», apuntó el autor. Los poetas destacaron la importancia de estos festivales, ya que permiten tener «una visión del mundo más humana y respetuosa con las culturas», señaló Kirmen Uribe.