Enric Taltavull, arquitecto de la Seu, explicó ayer que el proyecto de restauración del campanario y las campanas de la Seu está «aprobado desde 2011 y tiene licencia desde 2012» y que pensaba que esto cubría la cata que se ha hecho en la bóveda del campanario, sobre la que este diario publicó la semana pasada que se había llevado a cabo sin permiso de Patrimoni del Consell, como así se confirmó desde la citada administración insular. «Si se necesita un permiso específico lo solicitamos, me interesa que las cosas se hagan bien», añadió Taltavull. «Interpretamos que no era necesario según la Ley de Contratos»
En la documentación aportada por Taltavull a este diario se indica que los responsables de las obras solicitaron permiso el pasado mes de abril y a principios de mayo para realizar la cata, incluso de urgencia, pero éste no llegó. De hecho, Patrimoni envió a un inspector, que ha elaborado un informe, y retiró el expediente del orden del día de la Ponencia Técnica porque requirió más documentación sobre el proyecto de restauración; también ha pedido colaboración al Ministerio de Cultura. Para Taltavull, «se trata más de un problema administrativo» porque hubo comunicaciones por escrito al Consell, incluso una de la arqueóloga Francisca Torres, anunciado que era la responsable de la cata.
Ante los temores surgidos en Patrimoni por el viaje de las campanas, unas góticas y otras renacentistas, a la fundición alemana de Lachenmeyer, donde entrarán en un horno para su reparación, Taltavull apunta: «Entiendo que tengan dudas, pero es el mejor profesional y tiene un método patentado». Con la restauración, «las campanas, que tienen grietas y las asas rotas, recuperarán el yugo de madera y mejorarán el sonido».