María le ha cambiado la forma de dibujar. Antes era el padre de Makoki: barroco, detallista. Ahora es el de María: icónico y simbólico. Miguel Gallardo (Lleida, 1955) lleva consigo una munición compuesta de dos libretas: la de María, su hija, y la suya. De sus vacaciones en un resort de Canarias surgió la historia María y yo (Premio Nacional de Catalunya de Cómic en 2008). El dibujante hablará hoy, en el Casal de Joves de Llevant (Palma), a las 12.00, sobre su nueva obra en formato digital, Los viajes de María , y de los cortometrajes El viaje de María y Academia de especialistas .
«María, a parte de tener autismo, es una persona, es María», comenta el autor. María y yo no iba a salir. Era una libreta más, pero tras las reacciones de su círculo de allegados envió el cuaderno a la editorial Astiberri.
Miguel Gallardo atribuye el éxito de esta historia a que es «simple y sencilla. No habla de autismo, sino de relaciones entre padres e hijos». En 2010 se convirtió en documental, firmado por Félix Fernández Castro. «Hay un apartado de miradas, que es una de las cosas más difíciles de asumir para los padres», detalla.
Antes del filme, la vida de María era diferente. «De ir con ella por la calle y que la gente se le quedara mirando, pasamos a que la reconocieran por la película y se acercaran». Con María tienes que ir rápido, «me he acostumbrado a dibujar en la piscina, en la playa o en el aeropuerto», narra Gallardo, un « outsider » que está derivando, poco a poco, al campo educativo. Por María.