Resultaba difícil atraer a más público y aumentar las ventas de libros. Por su ubicación, en Can Alcover; por el fondo, 10.000 títulos, y por su duración, cuatro días. Aún así, la Setmana del Llibre en Català ha obtenido mejores resultados que en la última edición, que se celebró en el Parc de ses Estacions a lo largo de 10 días. Así lo confirmaron ayer las responsables de las librerías Lluna y Drac Màgic, Miquela Torrens y Laia Alegret, respectivamente.
Ante la ausencia de apoyo institucional, nueve librerías de la Isla se unieron para que la Setmana del Llibre fuera posible. «Ha ido mejor de lo que nos esperábamos, la gente ha colaborado en este intensivo», comentaba Miquela Torrens. «Ha sido pequeña, pero acogedora y con una respuesta muy buena», continuaba Laia Alegret. «Estamos encantados», sentenciaron.
Uno de los visitantes que se acercaron a Can Alcover ayer, Joan Canyelles, lamentaba la dificultad de llevar a cabo un acto semejante sin subvenciones. «Ubicarla aquí es una solución de emergencia, tenemos un Govern que frena la cultura». Otra de las asistentes, Marta Regis, se mostró satisfecha con la casa provisional del evento, situación que atribuyó al «contexto en el que vivimos».
Entre las obras más vendidas durante estos cuatro días destaca Tot allò que una tarda morí amb les bicicletes , la última novela de Llucia Ramis, que indaga en las raíces de su familia.
El mal de la guerra , de Pau Faner, Els Invisibles , de Isabel-Clara Simó, o Jo Confesso , de Jaume Cabré fueron otros de los volúmenes más reclamados.
Durante el transcurso de la jornada de ayer, por la mañana tuvo lugar un cuenta cuentos, a cargo de Trencallibres. Entrada la tarde, Xicra Editorial se dio a conocer con la presentación de Les maletes de Jim Jarmusch , firmado por Petar Matovic. A continuación, Toni Feliu hizo lo propio con el libro de Aina Socias, Varietats locals de les Illes .