La XXIV edición de la Setmana del Llibre en Català arrancó ayer con un cara a cara entre instituciones y defensores de la lengua. «¿Qué podemos esperar de un Govern que menosprecia la cultura?». Así de contundente se mostró Jaume Mateu, presidente de la Obra Cultural Balear (OCB), durante el discurso que dio por inaugurado este encuentro que acoge hasta el domingo la sede la entidad, Can Alcover (Sant Alonso, 5, Palma). Frente a Mateu, en primera fila, Joan Rotger, vicepresidente de Cultura del Consell. «Ha sido un poco duro», le replicó éste después. «Dime que he dicho que no sea verdad», le espetó Mateu. A pesar de este pequeño rifirafe, que no empañó la fiesta, lo más importante «son los libros», dijo Francesc Sanchis, presidente del Gremi de Llibreters.
En su parlamento, Jaume Mateu reprochó a las instituciones los recortes en cultura y calificó esta edición de la Setmana del Llibre como «un esfuerzo conjunto de los libreros y la OCB por hacer grande al catalán y más nobles a sus lectores». Tras su intervención sonaron las también reivindicativas gloses de Mateu Xurí, que no bajaron el tono de «lucha». «Un glosador debe defender su habla y su lengua. Espero que esta improvisación sea agradable para casi todos», sentenció el glosador, antes de dar un sorbo a una copa de herbes.
Tras la presentación, en el salón de actos de la primera planta de la casa de Joan Alcover, los asistentes bajaron a la planta baja, donde disfrutaron de una copa de vino y aperitivos. Los libreros «hemos conseguido un montaje y una decoración muy digna», coincidieron Miquela Serra y Maria Barceló, de las librerías Lluna y Quart Creixent, dos de las nueve que participan este año junto a Embat, Llibres Mallorca, Àlia, Literanta, La Biblioteca de Babel, Drac Màgic y Llibres Colom.
Los visitantes encontrarán cerca de 10.000 títulos, «menos que otros años, pero un número muy decente para un espacio más reducido», relató Sanchis, y divididos por temáticas como novela, poesía, teatro o infantil. El presidente de los libreros afirmó que «este año, nuestra labor ha sido como un acto de voluntariado».
La inauguración contó también con un concierto del dúo Jansky, que cerró una velada muy literaria y reivindicativa.