Laura Díez Mora (Palma, 1984) es editora de diálogos para cine y en los tres últimos años ha trabajado en las películas Lo imposible , El cuerpo , Terrados , Eva y Los ojos de Julia , entre otras. «Una vez la cinta está montada, me llega con el sonido directo de las tomas rodadas de los distintos micrófonos, entonces hay que decidir cuál es el bueno y borrar los otros, limpiar los golpes, crear una unidad, decidir qué se doblará y, posteriormente, montar los doblajes, para que los diálogos se entiendan de la mejor manera posible», explicó Díez Mora en Barcelona, donde vive desde hace diez años.
En Terrados , el largometraje de Demian Sabini con la crisis actual en España como telón de fondo y que se llevó el premio del público en el Festival de Cine de Valladolid (2011), tuvo que trabajar de una manera bastante casera. «Trabajamos en varias fases, había mucho sonido ambiente y grabamos efectos de sonido en casa», contó la mallorquina, que asumió que «si mi trabajo está bien hecho y todo suena limpio y bien, la edición de los efectos es mucho más fácil porque puedo decidir más fácilmente qué toma coger».
En cambio, en Lo imposible , de Juan Antonio Bayona, sobre los efectos del tsunami en el sudeste asiático en el año 2004, la forma de trabajar fue diferente. «Llamaron a mi jefe, Oriol Tarragó, para participar en la película y yo me encargué de los diálogos», recordó Díez Mora, quien contó que «es un trabajo en grupo, en común con el director, de constantes decisiones y era necesario entender lo que decían, en inglés».
De El cuerpo , que se estrenó en diciembre, la editora de sonido asumió que «es una película con bastante dialogo pero el sonido directo llegó muy limpio y mi trabajo fue más fácil», y añadió que «estuve doblando unos días en Madrid y también en Barcelona con los actores».
«Mi trabajo con los diálogos me ocupa dos o tres meses por película y después se deben hacer las mezclas durante casi un mes más, son procesos bastante lentos diferentes a los de la publicidad, que tiene otro concepto», desveló la editora de sonidos, que estudió en la escuela de cine ESCAC de Terrassa.
«La forma de utilizar el sonido en las películas puede haber cambiado en los últimos tiempos y hay ejemplos como Blancanieves , con un sonido muy moderno que hace de contrapunto a un cuento de hadas muy antiguo», concluyó Díez Mora, quien apuntó que «es necesario aprovechar el sonido para contar historias a través de los efectos».