El sector editorial de la Isla despidió 2012 con resultados «desastrosos» y marcado por el descenso de ediciones, la ausencia de novedades literarias por culpa de la crisis y los recortes en esta materia por parte de las instituciones –el Consell de Mallorca suprimió subvenciones, el suport genèric y la edición de Llibres d'Interès Especial–. Ayer, el director adjunto de un remodelado Institut d'Estudis Baleàrics (IEB), Antoni Vera, presentó al Gremi d'Editors de Balears su nueva línea de subvenciones dirigidas a la edición, promoción y traducción literaria.
Representantes de sellos como Editorial Moll, Ensiola, Lleonard Muntaner Editor, El Gall, Documenta Balear, Edicions Cort, Dolmen u Òrbita, entre otros, se reunieron con Vera en una sesión explicativa que los editores reciben con «optimismo», aunque también algo «escépticos».
Solicitud
La solicitud de estas ayudas, con un período que comprende entre los meses de enero y noviembre –diciembre se incluirá en las subvenciones de 2014–, se deben tramitar siempre con un mes mínimo de antelación a la fecha de edición o actividad presentada. Además, la subvención se abonará «a posteriori». Este último apartado es uno de los que «no convence» a los editores. «Si el año pasado no pudimos editar porque no había lidiquez, cómo vamos a hacerlo este año», espetó Francesc Moll, de la Editorial Moll, quien añadió: «Hay muchos proyectos contemplados y muy poco presupuesto», en referencia a los 70.000 euros, aunque «siempre es mejor que ningún tipo de ayuda, al menos está la intención».
Por su parte, Miquel Àngel Campaner, de Ensiola, aseguró que «esta subvención llega en un momento desastroso para nosotros, así que este empujón puede ser de gran ayuda, aunque todo se irá viendo a medida que pasen los meses y se vean los resultados». La mayoría de editores coincide en que lo más importantes es «sacar libros a la calle», por lo que creen que «las ayudas se deberían focalizar, principalmente, en la edición de obras».
Compromiso
El Gremi d'Editors, que preside Josep Joan Vidal (El Tall Editorial), se encuentra en «un momento de crisis» desde que el pasado verano se clausurase el Espai Mallorca. «Intentamos salvarlo con una partida de 130.000 euros, pero, aún así, la falta de compromiso de las instituciones hizo que el cierre fuese definitivo». En la actualidad, las cuentas del gremio «están muy negras» y con esta nueva convocatoria «tomaremos aire, aunque hay que esperar y ver qué ocurre, porque antes ya nos han asegurado ayudas y luego nos las han quitado sin previo aviso», concluyó Moll.