Tras una primera reunión celebrada ayer, los integrantes del Gremi de Llibreters han llegado a la conclusión de que no pueden celebrar el próximo mes «la Setmana del Llibre en Català tal como la conocemos». El motivo es que «las instituciones no cumplen sus compromisos, que aceptaron voluntariamente».
Esto se traduce en que el Consell y el Govern aún deben dinero de otras ediciones al Gremi y los libreros no pueden «asumir más gastos, estamos ahogados», especialmente en unos momentos en los que el sector también sufre los estragos de la crisis y la competencia de las nuevas tecnologías, «no sólo del libro electrónico, sino de las ventas del libro físico por Internet mediante empresas que son multinacionales y contra eso no podemos competir».
Lo comentaba ayer Francesc Sanchís, presidente del Gremi de Llibreters, a la salida de una reunión que había durado un par de horas y en la que no se tomaron decisiones definitivas «porque no nos ha dado tiempo, tendremos que volver a reunirnos la semana que viene, aunque sí hubo propuestas para llevar a cabo algún tipo de actividad para la promoción del libro en catalán».
Hasta ahora, la organización de la Setmana consistía en la instalación de una gran librería común con el fondo de las editoriales, que gestionaba el Gremi, entidad que para su realización recibía subvenciones del Govern y del Consell, especialmente para la infraestructura. Con el tiempo, esta actividad fue cambiando de ubicación y, en los últimos años, acumulando problemas por la falta de pago de las citadas subvenciones. El Consell de Mallorca debe al Gremi la subvención de 2011 y de 2012 la correspondiente a la Fira del Llibre y a la Setmana del Llibre en Català, mientras que el Govern no ha pagado la de la Fira de 2011. En total, son unos 98.000 euros que adeuda la institución insular y 28.000 el Govern.
A falta de una decisión definitiva, los libreros han comenzado a barajar posibilidades para que en 2013 la Setmana no «pierda el hilo» y pueda resistir «hasta que mejoren las cosas».
Así, Sanchís cuenta que «hemos pensado en celebrarla en las librerías, también en que se reduzca a una jornada como sucede con la Diada de Sant Jordi o hacerlo en la Capella de La Misericòrdia como librerías individuales». La Capella de La Misericòrdia es una buena opción para los libreros «ya que así nos ahorramos el dinero de la carpa». Hacerlo allí fue una propuesta del «Gremi, pero nos costó que nos dijeran que sí, tuvo que intervenir el vicepresidente Joan Rotger».
Respecto a la Fira del Llibre de primavera, «tenemos intención de hacerla», pero no hay nada decidido.