Su viaje a Estados Unidos en 2001 era una mera visita. No se iba a quedar. En una de aquellas noches, Antonio Cortés 'Barullo' empuñó la guitarra y empezó a cantar. Un señor de una discográfica se le acercó y le ofreció un contrato. Quería permanecer allá tres meses, sin comprar televisor ni sofá, «porque en el momento que los tuviera me quedaba». Y se quedó. A través de una amiga en común conoció a Joan Valent, que le devolvió una versión de Strangers in the night , de Frank Sinatra, con arreglos, y le dejó perplejo. De ahí a que ayer se reunieran en los estudios Sonoteque de Nova Televisió para preparar su próximo disco. Flamenco y orquesta.
«Hemos llevado a un cantante flamenco de origen gitano al mundo del crooner », relata Joan Valent tras supervisar a la Orquestra Simfònica de Balears, que estará presente en los arreglos del trabajo que se publicará el mes de abril. «La intención es que la orquesta tenga una continuidad laboral y una repercusión exterior fuerte», asegura Valent.
Antonio Cortés confía en «fusionar el flamenco para intentar captar a más público. Hacer que se expanda más. Es el futuro». Considera que el estilo de música que predica es «infinito», una forma de vida que le ha llevado a codearse con productores talentosos por todo el mundo. Pero ninguno como Valent. «Ignoraba que tan cerca de mi casa tuviese al mejor músico que he conocido como compositor y arreglista».