La intención, en un principio, era presentar el recopilatorio de los 30 años del sello Nuevos Medios y traer a un artista representativo. Pero era excesivo. María Pacheco, hija del productor Mario Pacheco, fundador de la discográfica que falleció en 2010, trata de reorientar el legado de su padre, que no es poco. Con un triple disco y una exposición de fotografías tomadas por Mario, la tienda Xocolat (Font i Monteros, 18) de Palma afronta así el homenaje a Nuevos Medios y a Mario.
«Que la gente conozca esta faceta de mi padre y sea otro reclamo» es la pretensión de su hija, periodista de IB3 y dueña, ahora, de Nuevos Medios, un sello que apostó por el flamenco desde sus inicios con Ketama y Pata Negra. Su madre, Cucha Salazar, sentía curiosidad por ese estilo y le encomendó a Mario la difusión. Las facultades para socializarse de Salazar hicieron que se codeara con gente adinerada de la Isla como Fernando Corugedo o David Miró que, entre otros, decidieron aportar capital al proyecto pese a no tener ningún vínculo con la música.
Mario Pacheco pidió a David si su abuelo podía colaborar en el nuevo sello. «Acudieron al estudio de Joan Miró y, en un bloc de notas, el pintor plasmó el logo de la nueva empresa. Era una seña de identidad», relata María Pacheco.
Mario, que veraneaba con su familia en Bendinat, indagó en la fotografía e inmortalizó a artistas como Martirio, Tomatito, Jaume Sisa o Carles Benavent. También a otros como Bibi Andersen, Robert Fripp o el mismísimo Jimi Hendrix.
Trabajo
Cuando Mario enfermó, allá por 2007, «la empresa estaba en una situación malísima» y su hija, María, le propuso dejar su trabajo para dedicarse íntegramente a la empresa familiar. Pero Mario no le dejó. Quería que siguiera su camino. Se hizo un ERE y despidieron a los 10 trabajadores que llevaban más de dos décadas en ella. María Pacheco reestructuró Nuevos Medios y creó un catálogo digital. Actualmente ha vuelto a funcionar. Se fabrican nuevas remesas de algunas referencias y, aunque sigue con deudas, María asegura que «me ha salvado que el resto del mundo está en crisis y he podido negociar con los acreedores».
De momento, la hija de Mario Pacheco se conforma con mover la producción propia antes que ir en busca de novedades. Son reediciones de discos como Karma, de Ketama. El resurgir de una empresa que nunca cerró y que ahora cobra nueva vida en su 30 aniversario.