La editorial Quaderns Crema pondrá a la venta el miércoles Dietaris de Joan Estelrich (Felanitx, 1896 - París, 1958), con referencias de los años 1914 a 1949. El diario debía servir al escritor y político mallorquín para la elaboración de unas memorias, truncadas a causa de la muerte prematura a los 62 años. La información procede del Fons Joan Estelrich de la Biblioteca de Catalunya, cedido por su hija Anna Maria, y consta de casi 700 páginas.
«El dietario incide en las tres vías que el autor destacaba coetáneamente como centrales de su trayectoria vital y profesional: la sentimental, la intelectual y la activa», explica Manuel Jorba, responsable de la edición, en el epílogo del libro.
Guerra Civil
El estallido de la Guerra Civil sorprende a Estelrich en Roma. En Venecia, de regreso de Budapest, lee la noticia del asesinato de José Calvo Sotelo. Cercano al líder regionalista Francesc Cambó y promotor de los manifiestos Missatge als mallorquins y Resposta als catalans para trazar puentes culturales entre unos y otros, Estelrich escribió el 20 de julio de 1936, «yo como catalán, he de desear el triunfo del gobierno y como español, el de los sublevados». La cita es transcrita en el buque Augustus, camino de Buenos Aires.
Proliferan las relaciones con personalidades internacionales. «Mi intervención fue un éxito. Valéry, Madariaga, Bonnet, Onetto me han felicitado... Tengo otra prueba de que éste es decididamente el ambiente que me estimula y me da ganas de pensar y escribir. Un ambiente como el del Parlamento español me deprime, me mata», cuenta Estelrich en junio de 1936 en Budapest.
Hermano
Otros pasajes tratan la conmutación de la pena de muerte de su hermano, encarcelado hasta el año 1946, las colaboraciones periodísticas, la tarea de editor, las propuestas a Joan Pons, Miquel Ferrà y Salvador Galmés, la estrategia de hacer pasar a Quadrado, Alcover y Costa «como precursores de José Antonio», la representación española de 1952 a 1958 en la UNESCO y su etapa en Tánger como directivo de Editora Marroquí y director del Diario España.
En Marruecos, antes del fin del Protectorado, Estelrich reflexiona sobre sus orígenes: «Todo goce, o toda promesa de goce, me lleva irresistiblemente a Mallorca, al clima nativo, al perfume de la tierra madre, donde los ojos más se abren a la luz, donde se agudizan los sentidos, se exaltan y multiplican mis potencias».