La tormenta de la madrugada del martes ocasionó desperfectos en la fachada barroca de la basílica de Sant Francesc de Palma, según pudo constatar ayer este diario. Dos trozos de la moldura decorativa elaborada a base de ángeles que corona el portal, justo debajo de la imagen de Sant Jordi, se desprendieron y ayer aún vimos restos de piedra en el suelo.
Gori Mateu, prior del monasterio, aseguró que «todo está en manos de las autoridades, a las que avisamos en cuanto sucedió».
Así lo confirmó Miquel Barceló, secretario general técnico de la Vicepresidència de Cultura i Patrimoni del Consell. «Se ha acordonado la acera frente a la basílica porque a determinadas horas esa plaza es una zona de mucho tránsito de niños» que entran y salen del colegio.
Barceló apuntó que, tanto los técnicos del Departamento de Patrimoni como los del Obispado acudieron al lugar de los hechos y que se ha decidido que suban a la parte superior del portal con un camión grúa para «comprobar si existieran otros elementos suceptibles de desprenderse». «Ayer no subimos por culpa del mal tiempo, pero en cuanto éste amaine iremos a comprobar si hay peligro, porque lo primero es la seguridad, y veremos si hace falta colocar una malla», aseguraba contundente Bartomeu Bennassar, aparejador diocesano.
Como la fachada se hizo con piedra de Santanyí, que es muy resistente, «las piezas que cayeron se mantienen casi intactas, lo que es una suerte», comentó Joan Rotger, vicepresidente de Cultura del Consell. La institución «dará una autorización de urgencia» para intervenir, añadió Barceló.