«No lo hacemos tan mal como para que no haya ni una sola ayuda», confesaba ayer el dibujante Bartomeu Seguí. En sus anteriores ediciones, el Festival Còmic Nostrum recibía 24.000 euros de las instituciones. Este año, «ninguneados» por las autoridades, los miembros del Clúster de Còmic i Nous Media están «enfadados». Han tenido que buscar fórmulas alternativas y, con un presupuesto de 16.670 euros, organizan la quinta edición del festival. Así pueden «intentar acceder a fondos europeos», que les exigía portar como mínimo cinco ediciones.
Bartomeu Seguí reconoció que «no es el Còmic Nostrum que nosotros queríamos, con editores y autores extranjeros». Pero asumen que tienen que adaptarse y han buscado apoyos privados, como las galería Ferran Cano y Lluc Fluxà, o Macià Batle.
El festival, que se celebra del 28 de noviembre al 2 de diciembre, dará comienzo con una exposición colectiva, el día 28, en la librería Agapea. El 29 será el espacio Lluc Fluxà quien acoja una muestra de Pere Joan. La galería Ferran Cano será escenario de Oh! dibuix, en la que participarán ilustradores como Gerard Armengol, Flavia Gargiulo o Max. Los dos días siguientes se organizarán conferencias en el Centre de Cultura Sa Nostra. El Còmic Nostrum concluirá el 2 de diciembre con una sesión de firmas en la librería Norma Còmics.
Sin ayudas
La revista Esquitx también está afectada por los recortes. A partir del año que viene, el Govern dejará de comprar y repartir los ejemplares por las escuelas, que hacían que subsistiera. Sonia Delgado, directora de la publicación, lamentó que «no haya interés político».