Gabriel Vargas es historia viva del bolero y el último eslabón de Los Panchos, banda artífice de un puñado de canciones clavadas en el subsconsciente de varias generaciones, temas como Si tú me dices ven o El reloj forman parte del patrimonio inmortal del bolero. El trío mexicano deslizará su romanticismo contagioso por el escenario del Auditòrium de Palma el próximo 17 de noviembre, a las 21.00.
Para sorpresa de muchos, Los Panchos nacen en «Nueva York el año 1944», desde entonces han demostrado ser una banda capaz de «conectar con muchas generaciones y saber siempre renovarse», asegura Vargas. En tal caso no sería descabellado referirse a estos veteranos como una banda con futuro, «así es, Los Panchos pretenden hacer música para el deleite del romanticismo y es por eso que las parejas que se conocieron bailando nuestras boleros ahora traen a sus hijos a nuestros conciertos», así explica el salto generacional que favorece su progresivo aumento de fans. Aunque quizá ese sea un fenómeno más extendido en el continente americano, «puede que allí se dé más claramente, sí».
Le pido que trace una reflexión acerca de la salud del bolero en un mundo de prisas, «diría que escuchar un bolero es sumergirse en una placentera actividad, relajante, especial y necesaria», el tintineo de su voz al otro extremo del hilo telefónico suena tan armónico e hipnotizante como sus canciones, hermosas melódicas revestidas de sentimientos universales, «son temas que hablan del amor, la nostalgia y el dolor», cuya mágica polifonía ha conquistado todos los rincones del planeta. Vargas concluye profesando su aprecio por Mallorca, «hemos pasado grandes momentos en la Isla, nunca podremos agradecer todo el cariño que nos ha brindado el público mallorquín».