En tiempos de recortes, en los que «no encontramos ni ayuda en el empresariado catalán», y en los que la lengua catalana también está «sufriendo muchas presiones», el PEN Català consigue sacar adelante su programa por la libertad de expresión y vuelve a Mallorca para entregar esta noche en Lloseta el premio Veu Lliure , que este año ha recaído en el escritor africano exiliado Koulsy Lamko. Además, la entidad, en su vertiente internacional, presentará una resolución ante la ONU «por la vulneración de los derechos de los catalano hablantes».
«Trabajamos por los derechos lingüísticos de los demás y no podemos abandonar nuestra lengua», comentaba ayer en Palma Carme Arenas, presidenta del PEN Català, en la presentación de las actividades que se desarrollarán en Mallorca con motivo de la celebración del Dia de l'Escriptor Empresonat, el 17 de noviembre.
El PEN, una organización internacional formada por escritores, se mantiene muy activo en Catalunya y en Balears, donde anualmente celebra algún encuentro, y para el próximo día 15 ha organizado en Binisalen, en la Casa Museu Llorenç Villalonga, un recital de textos escritos en prisión a los que pondrán voz Heike Nottebaum, Célia Riba, Glória Julià, Miquel Angel Vidal y Maria Victòria Secall. Presenta la actividad Lucia Petrelli. Será a las 20.00 horas.
Por su parte, el escritor Koulsy Lamko tuvo que salir de su país, Chad, en 1979, y actualmente reside en México, donde consiguió abrir una casa para escritores que huyen de África porque están sometidos a algún tipo de persecución en virtud de su trabajo. Lamko apuntó que el exilio significa, sobre todo, «dolor». «Mi camino no es importante, es el de un montón de escritores que han tomado la palabra porque tienen cosas que decir». El exilio es «un infierno», pero también «un paraíso cuando encuentras solidaridad», reflexionó.