El número 45A del Carrer dels Oms, de Palma, dejó de ser una herrería en 1953 porque Miquel Fiol transformó el local en una librería, pero no una cualquiera. Durante 59 años, Llibres Fiol se ha caracterizado por disponer de aquello que otros no tenían: libros antiguos, ejemplares descatalogados y de lance. Una rareza que se extinguirá a finales de este mes cuando eche el cierre para que el dueño del edificio lo convierta en una finca nueva. Tras el mostrador, Maria Amengual, dependienta desde 1996, reconoce que pensaba «que, por la crisis, tendríamos más tiempo, pero ha llegado la hora de cerrar».
«Todavía no he asumido que el lugar donde di mis primeros pasos se va a clausurar, y no creo que lo haga hasta que se cierren las puertas y no pueda volver a entrar», explica la nieta del fundador, Maria Fiol Torrens.
Porque no es lo mismo cerrar porque un negocio no funciona a tener que hacerlo por otros motivos. «Tanto la propietaria [Pedrona Torrens] como yo hemos trabajado mucho para hacer que la librería funcionara económicamente en los últimos años», explica Amengual. «El negocio ha cambiado. Antes disponíamos de muchos libros viejos, pero hemos tenido que llegar a vender novedades literarias para aguantar. Siempre nos hemos inclinado por los libros de Mallorca, aunque hemos estado abiertos a todo tipo de libros».
María Fiol desvela lo que pasará con los miles de libros que colman las estanterías: «Los nuevos se devolverán y los de segunda mano los pondremos a la venta por internet. Si esto último funciona, nos plantearemos seguir con ello».