Siglos de cultura, folklore, música y danza de las diversas sociedades de cosacos que habitaron el este de Europa a principios del siglo XVII. Años de historia vinculados a una de las figuras cosacas más reconocidas, Taras Bulba. Esto es lo que propone la compañía Ballet Nacional de Rusia de Ivan Gromakov con su espectáculo Los cosacos de Taras Bulba , una obra que presentaron ayer en el Auditòrium de Palma y que se podrá volver a ver hoy, a las 21.00 horas.
En su primera actuación en la Isla, la compañía, que en sus treinta años de carrera atesora más de un centenar de premios concedidos en casi todos los continentes, viajó con 25 bailarines y parte de la orquesta que normalmente les acompaña. Un elenco cuyo objetivo, además de entretener, es «mostrar la historia cosaca a través de la danza», explica la manager de la compañía, Lyndnyla Kutha. «Ésta no es la historia de Taras Bulba que se cuenta en la adaptación al celuloide», revela Kutha, «sino que empleamos la figura del cosaco más conocido para mostrar la cultura de la época». Para ello, «cuidamos al detalle todo el vestuario, desde el calzado hasta las diademas y los sombreros», asegura el director artístico, Alexander Stiazhkin, quien revela que «cada uno de los bailarines puede lucir hasta diez trajes diferentes».
Para componer la música que acompaña, Vadin Abramov, el director musical, recuerda que «durante años recorrí diferentes regiones para hablar con las personas que se acordaban de las antiguas danzas y músicas de sus localidades para así poder componer las piezas que tocamos».
Un trabajo, el de Abramov, que le llevó tres años y tras el cual consiguieron un espectáculo de casi dos horas «muy familiar e intuitivo ya que, sin usar palabras, en todos los escenarios en los que hemos representado la obra se ha entendido la historia», concluye la manager.
Los cosacos de Taras Bulba. Hoy, en el Auditòrium de Palma, a las 21.00 horas.