Con una veintena de libros protagonizados por el comissario Brunetti, una de las damas del género negro actual, Donna Leon, participará el viernes en el curso de novela negra que organiza el Festival de Pollença. También recitará Curiosidades venecianas el sábado, a las 22.00, junto a la formación Il Complesso Barocco, que tocará piezas de Vivaldi para acompañar a Leon.
– ¿Qué nos puede adelantar de su participación en el curso?
Queremos explicar a los estudiantes universitarios, tanto a la hora de escribir novelas negras como a la de leerlas, trucos en los que normalmente no se piensa como, por ejemplo, si es mejor usar la primera o la tercera persona al escribir. La mayoría de los jóvenes escritores relatan en primera persona y no siempre se plantean los problemas que eso puede acarrear.
– ¿De dónde surgen las Curiosidades venecianas?
Son adaptaciones de clásicos venecianos. Siempre he estado interesada en la historia de Venecia, más al escribir novelas ambientadas en esa ciudad, y leí leyendas que todos conocen de pequeños, pero que yo, al no haber nacido allí, conocí cuando era adulta. Eran historias llenas de fuerza que quería contar y, tras hablar con un director de orquesta, me recomendó las piezas de Vivaldi, compositor veneciano, ya que sería la mejor música para ambientarlas.
– ¿Persigue otro objetivo con éste espectáculo?
Además de presentar los textos, intentamos mostrar la música clásica con la esperanza de que los jóvenes se sientan atraídos por este estilo, que no está en su mejor momento.
– En sus novelas, ¿existe una crítica social?
En mi último libro intento que los lectores se pregunten qué comen y de dónde sale. Vivimos en un tiempo en el que cada vez se come más carne y, al mismo tiempo, el precio de alguna se vuelve más barato que ciertas frutas y verduras. Creo que muchos no se preguntan cómo es posible que la carne sea tan barata. ¿Qué les pasa a los animales y a su proceso de crecimiento para que sean más baratos que un albaricoque?
– Tiempo atrás dijo que la sociedad no espera que el malo sea castigado, ¿sigue pensándolo?
Por supuesto. Cuanto más rico eres y más poder tienes mayor es el pensamiento de que no irás a la cárcel, y en muchos casos es así.
– ¿Significa que la justicia no funciona?
Significa que hay algo mal en el sistema judicial.
– ¿Qué es lo que no está bien?
Depende del país. Por ejemplo, en Rusia, hace unos días, fueron detenidas por blasfemar las integrantes de la formación Pussy Riot, por cantar en el altar de una catedral letras contra Putin. Te haces una idea de cómo funciona un país si detienen a unas jóvenes por cantar contra un presidente. Es un lugar en el que los poderosos no irán a la cárcel. En Italia pasa más o menos lo mismo con la mafia. Pasa algo malo con la justicia si se pueden infringir las normas sin ser castigado.
– ¿Por eso escribe novelas negras, para que los malos sean castigados?
No. Escribo novelas porque cuando estaba en la universidad no había televisores y después de mucho estudiar estaba muy cansada y sólo podía leer novelas negras, que son sencillas, no tienes que pensar demasiado y son muy entretenidas. Después de leer muchas, decidí que tenía que escribir un libro criminal porque me conocía todas las fórmulas y trucos, temas de los que hablaremos el viernes.