Una habitación es un espacio íntimo. En función de su distribución y decoración, describe a su propietario igual que lo hace la obra de un artista. La feria Flesh Art Fair, que se celebra desde ayer y hasta mañana en el hotel Palau Sa Font, incide en la posibilidad de adentrarse –de forma gratuita de 12.00 a 21.00 horas– hasta el espacio dormitorio de los 23 creadores que participan en la muestra.
Sin pasar por el filtro de la galería y limitarse a las exigencias del galerista, cuenta la promotora y también artista, Laura Andrés, que actos así sirven «para democratizar el arte y dar a conocer a creadores emergentes». No sirve el currículum. Se prima la propuesta. Jaime López, comisario de la exposición, asegura que el criterio de selección ha sido «según el grado de contemporaneidad y originalidad». Aluden a la necesidad de movimiento a aquellos que no disponen de medios para promocionarse. «Lo que no tienen que hacer los artistas es dejarse marginar».
La iniciativa, de financiación privada, ha contado con la colaboración de la oficina de turismo. Laura Andrés, que se confiesa «impulsiva», decidió «dejar el trabajo, sacar el dinero del banco y crear la Flesh Art Fair».
En la feria caben todas las disciplinas. Sebastián Ginard, mallorquín, retoca fotografías digitales y decora marcos para que se adecuen a la obra que se proyecta en una televisión. El escritor y periodista ilicitano, Vicente Verdú, opta por unos lienzos abstractos y declara que «espero las sensaciones que producen mis cuadros a los asistentes». Alfredo Liétor, jerezano afincado en Barcelona, se dio cuenta de que las fotografías de su smartphone merecían salir del móvil. A su técnica la llama iphoneography y la califica de «ubicua». El fotógrafo Javier Abella comenta que «saco luces donde hay sombras». El madrileño trabaja en negativo y presenta percepciones alternativas de edificios emblemáticos de las ciudades, como la Sagrada Família, que «se asemeja al escenario de Gotham City». Rufus Knight-Webb, amante de los clubes nocturnos, empezó a experimentar con los efectos de las luces ultra violetas. En octubre abrirá una galería en Londres y no descarta «fichar a alguno de los artistas de la Flesh Art Fair».
Los huéspedes coinciden en la importancia de «tratar con el público en distancias cortas». También en «convivir entre nosotros y poder hacer negocios en un futuro».