La cantante Ute Lemper es al cabaret berlinés lo que Madonna al pop: una diva. Con casi medio siglo de vida, la polifacética artista germana abrirá, el 10 de agosto a las 21.30, el festival Jazz Voyeur en un enclave «tan antiguo como precioso», el Castell de Bellver.
Casi sin tiempo para aprender castellano, Lemper responde a Ultima Hora con un escueto «no bien, no bien. Un poquito». No tiene tiempo de practicar puesto que tiene cuatro hijos y un sinfín de espectáculos en agenda. Pero aún así, ella, políglota -sabe francés, inglés y alemán- dice que le resultará «fácil» porque «es un lenguaje muy musical».
Acomodada desde hace 15 años en Nueva York, volverá a la Isla con Last tango in Berlin , una obra que ya interpretó hace dos años, pero que «renueva porque el repertorio es muy amplio». Entre sus piezas destacan temas propios, además de canciones de Jacques Brel, Édith Piaf, Kurt Weill o Léo Ferré. Su parte más hispánica del espectáculo corresponde a cortes basados en la poesía de Pablo Neruda y a las canciones de Astor Piazolla. Del primero dice que «todo el mundo lo ama». A Piazzolla lo alaba: «Me inspiro en él porque revolucionó el tango, es un compositor fantástico».
Last tango in Berlín es una propuesta poética que abarca la trayectoria vital de la cantante que, a punto de llegar al medio siglo de vida, asume sus límites. «No subo las piernas hasta la cabeza pero uso mi cuerpo como un instrumento más». El espectáculo no lo concibe sin el bandeonista Marcelo Nisinman y el pianista Vana Gierig. «Marcelo reemplazó a Tito Castro, que tiene 75 años y estaba cansado de girar». Lemper cuenta que el nuevo bandeonista le inspira a la hora de actuar. «Es muy contemporáneo, a diferencia de Tito, que es más de la vieja escuela».
Debutó en la Isla gracias al «festival de Michael Douglas en 2001», así recuerda las Nits de la Mediterrània que se celebraban en Costa Nord, Valldemossa. Aunque no estuvo del todo cómoda porque «fueron días muy malos, discutí con mi novio», que es el actual padre de sus cuatro hijos. Ahora asegura estar en el mejor momento: «Me gusta lo que soy ahora. Libre, hago lo que quiero y, sobre todo, soy feliz con mi familia. No volvería atrás, antes vivía con más presión».