El legado que el escritor Llorenç Moyà dejó en su localidad natal, Binissalem, un material que fue inventariado y catalogado por el experto Miquel Àngel Vidal en el año 2009 con el objetivo de sacarlo a la luz y exhibirlo en el que fuera hogar del literato, Can Gelabert, permanece todavía guardado en un rincón del casal cultural tres años después de su recopilación. ¿El motivo? «Puramente presupuestario», aclara el alcalde del municipio, Jeroni Salom, quien adelanta que, de momento, «permanecerá bien resguardado hasta que se superen estos momentos de dificultad económica».
El escritor Miquel Àngel Vidal, quién leyó su tesis doctoral basada en la figura y la obra de Moyà hace apenas una semana, trabajó durante más de un año en recopilar, inventariar y catalogar una documentación que pone de manifiesto «la riqueza y el valor de una obra de un autor que, día a día, encandila a más y más crítica especializada», explica Vidal. «Ni yo ni mucha gente del pueblo entendemos cómo puede permanecer todavía enclaustrado y no se haya expuesto en una sala de Can Gelabert, tal y como estaba previsto por el Ajuntament, y la razón y finalidad por la que se me encargó el trabajo», añade el experto.
Sobre el estado de dicho legado, el alcalde de Binissalem, Jeroni Salom, asegura que «todo ese material está en buenas manos, cuidado y custodiado en Can Gelabert a la espera de que las cosas mejoren económicamente y se pueda mostrar al pueblo y a todos los ciudadanos de Mallorca». Además, dice que «estos documentos estuvieron dos o tres días en el Ajuntament y luego se llevaron a Can Gelabert», una afirmación que, según fuentes cercanas al casal de cultura, «no es del todo cierta. Todo ese material estuvo al menos un año en una buhardilla del Ayuntamiento».
De momento, el legado de Moyà permanecerá en Can Gelabert a la espera de que, por fin, esté al alcance de todos los amantes de la literatura porque es una de las figuras «más importantes y relevantes de nuestra historia», concluye Vidal.