La sexta edición del Incart tomó la ciudad de la piel y la convirtió en un hervidero de creación musical, artística e incluso gastronómica. Todo con la iniciativa de los propios artistas reunidos bajo el colectivo Inquietart .
La perfecta combinación de música de los alumnos de las escuela Jaume Albertí y Antoni Torrandell o de las notas acústicas de L'Equilibriste formaron una idónea banda sonora para la noche que tuvo su lado más creativo gracias a las diferentes performances , pinturas y esculturas de alrededor de los cuarenta artistas que se han unido a esta fiesta cultural.
Diferentes espacios públicos de la ciudad, galerías y casals ofrecieron sus mejores galas para mostrar una amplia oferta artística, que continuará expuestas durante algunas semanas en los horarios habituales.