El museo Can Prunera inauguró ayer Fum i Art , una exposición que exhibe una colección de cajas de puros reconvertidas en obras de arte de la mano de más de cincuenta artistas. La muestra, comisariada por Carme Mateu, Margalida Tur y Antònia Maria Miró, se podrá visitar hasta el 12 de agosto.
«Esta colección nació casi por casualidad cuando Patxi Echeverría compró una caja de puros en La Habana e hizo sobre ella una obra», recordó Pere A. Serra, presidente de la Fundació Tren de l'Art, y propietario de dicha colección. Luego fue creciendo con la incorporación de más de setenta piezas «muy personales» y «de «gran variedad de estilos», firmadas, entre otros, por Aligi Sassu, Ñaco Fabré, Pep Roig, Betty Gold, Maria Carbonero, Joan Bennàssar, Rafa Forteza o Erwin Bechtold. Pere A. Serra añadió que «estas cajas de puros han dado momentos de placer para el fumador, un placer que ha tenido continuidad con su contemplación como obra de arte».
Fum i Art permite, además, «la oportunidad de que el público tenga acceso a una colección privada», comentó Carme Mateu, que «permite explicar la relación entre coleccionistas y artistas».
Al acto también asistieron el alcalde de Sóller, Carlos Simarro; las Valentes Dones de 2012, Terean Sebastián y Auba Amengual; y un gran grupo de artistas.