La crisis y los recortes presupuestarios han obligado al Govern a trabajar en la elaboración de un nuevo plan organizativo y una reestructuración del organigrama interno de la Orquestra Simfònica de Balears para «poder afrontar la próxima temporada». El Ajuntament de Palma y el Consell reducirán su aportación en un 32 y un 37 por ciento, respectivamente, por lo que «estamos trabajando para sopesar estos recortes en tiempos complicados y ofrecer una temporada digna y de calidad», explicó ayer Rafael Bosch, conseller de Educació, Cultura i Universitats.
El conseller aclara que «todavia no está cerrado el presupuesto definitivo para la próxima temporada de la Simfònica, que tendrá lugar entre los meses de junio y diciembre» y adelantó que «ya se está trabajando en una reestructuración que implicaría una reducción de costes, un aumento de los ingresos y también un plan de viabilidad para mantener una oferta de calidad e interesante».
«Estamos contemplando algunas posibilidades, como aumentar los ingresos, lo cual nos permitiría garantizar una programacion correcta», apunta Bosch, y para ello están trabajando en la posibilidad de ofertar «abonos especiales para jóvenes, para la tercera edad, para familias numerosas o estudiantes del Conservatori, entre otros». Además, aunque «todavía quedan una serie de flecos por cerrar», se elaborará «un estudio de los costes para reducirlos y optimizarlos, y aumentar así los ingresos». También se negociará con los proveedores en cuanto a «contratación externa, colaraciones o coste de materiales».
Sobre el concierto-protesta de los músicos de la Simfònica el pasado viernes en Ciutat, Bosch aseguró que «los recortes siempre causan preocupación y es normal y lógico que la gente salga a la calle».