Los poblados que los mallorquines de epóca islámica utilizaron como refugios durante la Conquista son conocidos en diferentes zonas montañosas de Mallorca. Pero lo que los arqueólogos desconocían hasta ahora es que el pantano del Gorg Blau sepultó y selló bajo sus aguas lo que ya se sospecha que es el asentamiento de este tipo más importante hasta ahora descubierto.
Un avance de este hallazgo, efectuado el pasado verano durante una bajada importante del nivel del embalse, fue comunicado durante las Jornades d'Estudis Locals de Sóller celebradas el pasado noviembre. Ahora, la comisión de Patrimoni Històric del Consell de Mallorca ha autorizado el proyecto de excavación presentado por los arqueólogos Jaume Deyà y Pablo Galera, que han puesto grandes expectativas en este estudio. Según Jaume Deyà, «lo más importante es que se trata de un yacimiento único en las Islas por su excepcionalidad, ya que se han encontrado intactos y en un mismo lugar el poblamiento, la mezquita y la maqbara (necrópolis), además de restos de otras épocas a partir del calcolítico».
El mencionado descenso de las aguas permitió a Deyà y a su colega Pablo Galera descubrir una gran cantidad de restos que, muy erosionados, habían aflorado. Entre materiales de otras épocas les sorprendió lo que ya han identificado como un gran poblado musulmán. Según Deyá, «40 años de subidas y bajadas del nivel pueden haber hecho desaparecer gran cantidad de restos, pero lo que hemos encontrado supera una superficie de 50.000 o 60.000 metros cuadrados, con cerámica, principalmente almohade, en superficie». Deyá dijo que «aunque ya se habían encontrado restos muy parciales en los años 70, los tres ámbitos funcionales de este yacimiento -habitat, mezquita y zona funeraria- se revelan en toda su dimensión.